Bombones

Quién no recuerda esa famosa frase de la película de Forrest Gump que decía algo así como "la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar". Pues el otro día estuve reflexionando sobre lo cierta que es dicha afirmación mientras comentaba con una amiga mi adicción al chocolate en todas sus formas y variantes. A veces no nos paramos a pensar en nada, hacemos lo que sentimos en cada momento sin darnos cuenta de que cada acción es una decisión y que, cada uno de estos "sí" o "no" afectará a nuestra vida para siempre. Cada vez que decidimos algo, rechazamos otra cosa. Esto o aquello. Lo de aquí o lo de más allá. Cada vez que escogemos hacer o no hacer algo cambia ese instante, el curso de ese día, el flujo de esa semana, la tónica de ese mismo mes... En resumen, afectará a corto o largo plazo en nuestra vida. 

Es verdad que no todas las decisiones que tomamos son igual de importantes, pero también es verdad que el 99% de las veces no nos paramos a pensar en ese tan recurrente "y si...". Esas dos palabras, esa frase tan simple puede hacernos reflexionar y ahondar de una manera muy compleja en nuestra vida, en quién somos y por qué somos así. Porque nuestra vida podría haber sido completamente distinta y ni siquiera se nos pasa por la cabeza. Aunque pensar en lo que podría haber sido y no es no debería provocarnos sensación de arrepentimiento. Lo que hemos conseguido hasta ahora lo hemos logrado con nuestro sudor y nuestras lágrimas, con nuestro esfuerzo y perseverancia, con nuestra paciencia y valentía. A pesar de eso, puede que sí nos hayamos equivocado alguna vez. Puede que volvamos a equivocarnos, sí. Pero somos humanos y eso es lo que nos hace lo que somos. 

Pero no solo la realidad nos hace avanzar en esta carrera, los sueños también son parte de esa realidad, son parte de nuestra vida. Y soñar con todas las vidas que podríamos haber vivido es bonito. Apuntar siempre bien alto es importante, pero saber que no siempre se llegará al objetivo es igual de sabio. Por tanto, visto así, cada sueño que tenemos afecta a nuestras decisiones y son estas decisiones las que nos hacen conseguir nuestros objetivos y metas. Eso sí, dejando atrás un gran abanico de posibilidades igual de válidas. Y escoger si me voy a comer o no un bombón ahora puede llegar a convertirse en una de las decisiones más importantes de mi vida.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Navidad

Afecto