Antónimos

​Pretendía escribir esta entrada antes de empezar la que será una de las mayores aventuras de mi vida, pero hubiese sido tan diferente... No digo que hubiese sido una gran mentira, pero no hubiera sido para nada realista. Ahora es el momento de hablar alto y claro de lo que ha significado este cambio de vida (eso sí, temporal) para mí. Tras los tres peores días de adaptación, tristes y muy difíciles, que jamás he vivido, parece que ese mar tan embravecido que me ha engullido por momentos empieza a calmarse. He llegado incluso a pensar que todo esto había sido un error, pero creo, quiero creer mejor dicho, que será algo que me hará madurar como persona, me hará adulta y, sobre todo, me hará reflexionar sobre mi vida en todas sus perspectivas: en pasado, presente y futuro. 

El título de esta entrada, hace unos días, reflejaba esa mezcla de sentimientos tristes y alegres debido a lo que sabía que dejaba atrás pero también lo bueno que estaba por venir. Pero lo que no sabía es que esa parte más gris, más agridulce de este viaje lo sería tanto. Al menos lo está siendo para mí. Aunque la parte con más luz y más bonita de esta experiencia va apaciguando la porción que no lo es tanto. Estar tan lejos de todo lo que amas es difícil, piensas. Pero cuando realmente estás tan lejos de todo lo que amas, sientes un vacío latente cada vez que te acuestas por las noches. No pensaba que iba a necesitar ver a través de una pantalla a las personas que más me quieren (y quiero) más de una vez o dos por semana. Qué equivocada estaba... Una o dos veces al día es una cifra más adecuada. Me reconforta mucho hacerlo, me da muchos ánimos y fuerza, he de ser sincera. 

Sin una rutina fijada aún me siento un poco como en un limbo que me hace cuestionarme minuto tras minuto estos diez meses (bueno, en realidad son unos ocho) a mil seiscientos sesenta y dos kilómetros de casa. Y aunque me cueste muchísimo, voy a hacer que valga la pena. No voy a dejar pasar esta gran oportunidad, me subiré al tren, no lo dejaré escapar. Eso sí, con billete de vuelta, eso no es negociable.